La Joyería en Menorca en sus inicios surge de la relación comercial que siempre hubo en el Mediterráneo.
La isla de Menorca siempre fue lugar de comercio al Mediterráneo. Primero los cartagineses y los griegos, después romanos y sarracenos fueron llegando para utilizar su punto estratégico como puerto de escala y refugio.
Muestra de esa joyería la podemos encontrar en la Necrópolis de Puig des Molins en Ibiza en el Museo Arqueológico Nacional .
Tras casi 400 años de dominio musulmán, en 1287 el rey cristiano Alfonso III el Liberal conquista Menorca.
La incorpora a la corona de Aragón y posteriormente al reino de Mallorca.
Gran patrimonio artístico y arquitectónico fue atesorando la isla durante el período que va del siglo XIII al XVIII. Periodo que abarca desde el gótico al barroco.
Durante esta etapa Menorca vive los momentos más trágicos de su historia debido a incesantes incursiones de piratas. Estos producen una gran inestabilidad entre sus habitantes.
Momentos que tendrán su punto culminante con la destrucción, a causa de los ataques turcos, de Maó en 1535 y Ciutadella en 1558. Hasta el punto que la isla estuvo a punto de quedar abandonada.
Joyería en Menorca
Los inicios de la joyería en Menorca.
En el siglo XVIII Menorca se ve involucrada en los avatares europeos y como consecuencia de la Guerra de Sucesión pasa a manos inglesas en 1713.
Durante cien años la isla será inglesa con algunos cortos periodos de dominio francés y español.
Los ingleses reforzaron las defensas costeras y promovieron importantes obras públicas.
Los monederos de plata y el auge bisutero en la isla.
La industria de los monederos de plata de los artesanos plateros menorquines de mediados del siglo XIX fue seguramente el desencadenante para que a principios del siglo XX ya existiera un auge bisutero en la isla con diversos talleres en Alaior, Ciutadella y Maó.
Del auge de manufacturar bolsas de malla de plata y oro durante las primeras dos décadas de siglo, con un gran volumen de exportación que llegó a superar las ocho toneladas, se pasó a la fabricación de cadenas de plata y oro hasta llegar a la orfebrería de artículos de fantasía.
Desde 1920, la caída de las ventas fue vertiginosa y provocó el cierre de la mayoría de talleres del sector. Treintena y cuatro, frente a nueve altas entre 1921 y 1923 en Maó, por poner un ejemplo.
Fue esta una primera etapa en la que la diversificación hizo que cada fabricante optase por un camino diferente.
Gran variedad de productos hechos con latón, alpaca o cobre, como ornamentos para el peinado, pequeños cubiertos o calzadores.
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